Bechamel en Thermomix: receta fácil y sin grumos

Paso a paso para hacer bechamel en Thermomix

• La bechamel es una de las salsas más fáciles de preparar y deliciosas que existen, solo necesitamos una buena materia prima para conseguir el acabado perfecto.
• El origen de esta salsa no está del todo claro. Algunos lo atribuyen a Italia y otros a Francia es un tipo de salsa que se asocia a platos gratinados al horno.
• Hay una gran variedad de formas de preparar la bechamel, ya sea con más o menos mantequilla o con aceite de oliva.
• Teniendo en cuenta que contamos con una gran materia prima, nuestro aceite de oliva más auténtico no podía faltar, aunque sea en menor medida.
• Nos ponemos manos a la obra colocando en el vaso el aceite y la mantequilla, de esta manera tendremos los dos básicos que se mezclaran.
• Programamos 1 minuto a 100º a velocidad 2 para que se integren perfectamente todos los ingredientes.
• A continuación, añadimos la harina previamente tamizada para que no queden grumos y volvemos a programar 2 minutos a 100º y a velocidad 1.
• Nos faltará el acabado final que conseguiremos dando el toque de sal, pimienta y nuez moscada que nos guste
• Mezclamos 5 segundos a velocidad 7 y programamos 9 minutos, 100º a velocidad 4, de esta manera conseguiremos la bechamel de profesional que estamos deseando.

Cómo ajustar la consistencia según el plato

• Podemos añadir más harina si queremos que espese más o menos si la deseamos más ligera o ponerle más leche si nos hemos pasado.
• La bechamel es una salsa muy personal que podemos crear en casa fácilmente a nuestra manera para croquetas y lasaña gracias a esta receta en la Thermomix.

Información nutricional: 1360 kcal

Tipo de cocina: Mediterránea

Tipo de comida: Salsas

Textura ideal: trucos para una salsa cremosa y sin grumos
Ingredientes de calidad

• Para una bechamel excepcional, comienza con ingredientes frescos. Necesitarás mantequilla, harina, leche, sal, pimienta y nuez moscada. La elección de una leche entera dará como resultado una salsa más cremosa.
• El primer paso es hacer un roux, que es la mezcla de mantequilla y harina. Derrite la mantequilla a fuego medio y añade la harina, removiendo constantemente. Cocínalo por unos minutos hasta que adquiera un color dorado claro; esto ayudará a eliminar el sabor a harina cruda y aportará un toque de sabor.
• A la hora de añadir la leche, es fundamental que esté caliente. Esto evita que la mezcla se enfríe y se formen grumos. Vierte la leche poco a poco mientras sigues batiendo con un batidor de varillas. Este movimiento constante es clave para una textura suave.
• La bechamel estará lista cuando cubra el dorso de una cuchara. Agrega sal, pimienta y una pizca de nuez moscada al gusto.

Variantes de la receta: con queso, sin gluten o más ligera

Esta deliciosa mezcla de leche, mantequilla y harina se puede adaptar a diversas necesidades y preferencias. Aquí exploraremos algunas variantes que pueden enriquecer tus platos.

• La bechamel con queso, también conocida como «salsa Mornay», es ideal para gratinados y pastas. Para prepararla, simplemente añade queso rallado (como gruyère o parmesano) a la bechamel caliente, removiendo hasta que se derrita y se integre bien. Esta combinación aporta un sabor intenso y cremoso, perfecto para lasañas, macarrones al horno o verduras gratinadas.
• Para quienes deben evitar el gluten, la bechamel puede hacerse con harina de arroz o maicena. La clave es seguir el mismo proceso que con la harina de trigo, pero utilizando sustitutos sin gluten. Esta versión es igual de cremosa y deliciosa, permitiendo que todos disfruten de esta salsa sin preocupaciones.
• Si buscas una opción más saludable, puedes preparar una bechamel más ligera utilizando leche desnatada y reduciendo la cantidad de mantequilla. Además, puedes incorporar puré de coliflor en lugar de parte de la harina, lo que no solo reduce las calorías, sino que también añade un toque de sabor.